Hijo de la pintora Emérita de Mayarí Justica Jiménez, Fillo desarrolló una brillante carrera como pintor artístico, destacándose como retratista ( el Retrato de su abuela es uno de los mejores que he visto en mi vida ) y muralista. El mural que pintó en el hoy, completamente destruído club El Bahía de Nipe ( antiguo Club Preston ) era impresionante, pues abarcaba toda la pared del fondo de la barra de licores. En él logró magníficas tonalidades del mar de la Bahía, y el primer plano tenía tantas y tan bien ubicadas luces, que parecía real.
Siempre apoyó a su querida Madre Justica, a la que acompañó en la creación y funcionamiento de academias en varias partes del municipio Mayarí. También los dos llevaron las Artes plásticas a lugares donde era desconocida, a través de sus clases y exposiciones, aunque sólo una vez, en Nicaro, expusieron obras juntos.
Hombre de una gran cultura, fue llamado para dar clases en la Secundaria Ivo Sanamé en los inicios de la década de los '60, y yo tuve la fortuna y el honor, de ser su alumno, como también lo fui de su madre, cuando apenas tenía 10 años. A ellos les debo mi pasión y amor por las Artes en general y por la pintura en particular.
En aquellos turbulentos años del inicio del desastre, las aulas no eran ajenas a las transformaciones, la mayoría de las veces impuestas por la fuerza, que ocurrían casi cada día. Fillo tuvo que enfrentarse a ellas, empezando porque las aulas estaban sobrecargadas de alumnos, y en algunas, había más de 60! Si a ello agregamos que las edades iban desde la normal para séptimo grado, de 11 ó 12 años, hasta 19!! Imagínense cómo sería de difícil dar una clase en esas aulas! Recuerdo perfectamente la figura siempre igual de Fillo, con su camisa de mangas largas blanca, remangada sólo hasta la muñeca, y su sempiterno cigarrillo, a veces apagado, en las comisuras de los labios, tratando de enseñar, a aquel grupo de adolescentes de abigarradas edades, el concepto de "perspectiva caballera" con una larga regla en una mano y la tiza en la otra, tratando de elevar su escasa voz por encima de la gritería de los "alumnos"...Cada vez que se viraba hacia la pizarra, para poner los puntos necesarios para demostrar cómo se "alejan" los objetos en un plano, la "lluvia" de papelitos, presillas, y hasta borradores, llenaba todo el "espacio aéreo" del aula...Era realmente horrible. Un día nos dijo: "El que no quiera aprender el Arte de pintar y dibujar, que se vaya!" Y se fueron casi todos, sólo nos quedamos 11 de 64. Muchos años después, sentados en el portal de su derruída y vieja casa, recordamos aquellos tiempos, y el me decía que, no fueron una pérdida de tiempo para él, porque algunos sí aprovecharon aquella magistral enseñanza.
Fillo siempre me decía que había que estudiar TODO del natural: Las olas en el movimiento del mar, los colores del mar y del campo de acuerdo a la Luz, y él predicaba con el ejemplo, aunque por la poca cultura que había en Preston en aquellos años, NADIE entendía que hacía aquel hombre a las 5 de la tarde, mirando contemplativamente cómo se estrellaban las olas del mar en el malecón de Preston...Las "luces" que brillaban en sus cuadros, eran el fruto de esa observación de la Madre Naturaleza, donde los colores vivos y a veces opacos de su paleta, destacaban las sombras maravillosas de sus paisajes y Marinas. Fillo fue un Maestro en toda la extensión de la palabra, y también fue un Original, un Bohemio de Preston y de Cuba.
Fillo nació en Preston el 24 de marzo de 1926, unos meses antes de que azotara a Cuba, el gran ciclón del 26. Le agradezco a las señoras Tania Martín Forjan, Zulema Reyes Maceo y Ana Margarita Sánchez Torres el haber publicado una semblanza biográfica del pintor insigne de Preston, Porfirio Carreras Jiménez en ECuRed, que para mí, y muchos otros, es uno de los mejores pintores de Cuba.
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