Analizando las imágenes, determiné comenzar por la deteriorada imagen del Arcangel San Rafael, la cual siempre me había impresionado por su extremo realismo, y simbolismo bíblico, pero también por estar sumamente castigada por el implacable Tiempo.
Se encontraba esta magnífica Imagen, a la derecha de la entrada principal, y a un costado de una ventana que daba a la escuela Félix Varela.
Pero, quién es el Arcangel San Rafael? San Rafael es uno de los siete Arcángeles de la corte del Señor: San Miguel, el jefe del ejército Celestial; San Gabriel el mensajero Celestial; San Rafael, el protector de la salud, de los viajeros y del noviazgo; San Uriel, el encargador de las tierras y de los templos de Dios; San Raguel, el encargado de la justicia, de la imparcialidad y de la armonía; San Sariel, el encargado de los espíritus de los hombres que pecan; San Remile, el encargado de los resucitados.
La presentación del Arcangel San Rafael ocurre en el libro del Antiguo Testamento Tobías, del cual le muestro un pequeño resumen:
" Tobías padre había quedado ciego. Era un hombre justo y muy caritativo. Tobías había sido muy rico, pero después se empobreció, llegando a vivir en la miseria. Viajando en cierta ocasión por la Media, prestó a un paisano suyo, llamado Gabelo, diez talentos de plata, cantidad bastante elevada. Una mañana llamó Tobías a su hijo, llamado también Tobías, como su padre, y le dio el encargo de que fuera a Ragés a cobrar los diez talentos que le debía Gabelo. Cuando el joven Tobías salía de la humilde casa de sus padres, se encontró con un joven que iba también a Ragés y que conocía muy bien a Gabelo. Este joven era el arcángel San Rafael, pero de momento no se dio a conocer.
En el camino llegaron a la orilla del río Tigris. Tobías .se fue a lavar los pies, pero un pez que nadaba por aquellas aguas saltó, asustando a Tobías, pero su acompañante le mandó agarrarlo y sacarlo fuera. Por consejo de su amigo, guardó el corazón, la hiel y el hígado del pez.
Al llegar a Ragés, el ángel le dijo: «Aquí hay un hombre llamado Raguel, de tu tribu, el cual tiene una hija llamada Sara, la cual debes tomarla por esposa. Pídesela a su padre». Tobías fue recibido por Raguel con muestras de gran cariño. Pidió por esposa a su hija Sara, pero el padre se resistía, pues había tenido tres maridos y los tres habían muerto en la noche de bodas. El ángel apoyó las pretensiones de Tobías. Sara fue entregada a Tobías como esposa. El padre le dijo: «Come, bebe y alégrate; a ti te toca recibir a mi hija. Que Dios misericordioso os colme de felicidades». Mientras tanto, el ángel Rafael partió a casa de Gabelo y cobró los diez talentos de plata.
Cumplidos catorce días de la boda, el joven matrimonio decidió partir camino de la casa paterna. Los padres de Sara dieron a los jóvenes esposos hacienda, ganados y dinero. El padre les bendijo, diciéndoles: «Que el Dios del Cielo os dé feliz viaje, hijos míos». Luego les besó. La madre de Sara dijo a Tobías. «Hijo mío, que el Señor del Cielo te dé una vida feliz y a mi ver los hijos de mi hija, para que me alegre en presencia del Señor».
Entre tanto, Ana, madre de Tobías, estaba sentada, mirando al camino para ver si divisaba a su hijo. Cuando creyó verle dijo a su marido: «Viene nuestro hijo y con él su compañeros. El ángel Rafael dijo al joven Tobías: «Tu padre recobrará la vista». Después de abrazar con gran cariño a sus padres, el hijo derramó la hiel sobre los ojos de su padre y al instante recobró la vista. Tobías, todo emocionado, bendijo al Señor.
Cuando Tobías quiso dar al guía la mitad de los bienes, el ángel les dijo: «Bendecid a Dios y glorificadle. Habéis hecho el bien y nada malo os pasará. Por eso me envió Dios a curarte a ti. Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentamos las oraciones de los justos». Ellos quedaron turbados y llenos de temor, y cayeron de hinojos y dieron gracias al Cielo. En aquel instante el ángel desapareció.
Fue realmente triste y muy duro para mí y todos los prestonenses, ver arder a nuestra querida Iglesia con todas sus maravillosas Imágenes, documentos e Historia viva de nuestro pueblo. Pero yo tengo Fe de que, un día, una nueva Iglesia se elevará en el mismo sitio, y será fuente de Fe y de Amor para los habitantes de Preston, porque Dios NUNCA abandona a sus hijos!
Les exhorto amigos míos a que lean el libro de Tobías completo, y estoy seguro de que les hará mucho bien. Que Dios los bendiga!