lunes, 11 de diciembre de 2017

Un comentario sobre el documental "Cuba, el Arte de la espera"

                     Acabo de ver el excelente documental testimonio "Cuba, el Arte de la espera" y realmente me conmocionó. Yo nací en ese pueblo, Preston, mal llamado ( o bien? ) "Guatemala", y fue para mí muy duro, ver el casi completo estado de destrucción, y lo peor, de desidia en que se encuentra.
                  Más allá de una terrible historia familiar, llena de secretos y sombras, esta película nos deja ver, con gran contundencia, lo que puede hacer una ideología impuesta machaconamente por la más disímiles vías, en las mentes de una población, sobre todo, si es totalmente ajena a la ideosincracia desarrollada por décadas de transculturación.
                 Las imágenes develadas por Eduardo, así como las entrevistas, nos ponen en contacto con una realidad dolorosa, pues como bien dice uno de los habitantes del pueblo, las casas y edificios públicos se han destruído, y continúan destruyéndose, porque "a NADIE le importa
reparar, y lo que no se repara, termina por destruirse".
                Como un mensaje en forma de interrogación, laten en este metraje singular, muchas preguntas, que no tienen respuesta: "Preston, dónde están tus tiendas, que tenían de TODO? Dónde está el aereopuerto, y la oficina central, otrora "cerebro" de la mayor fábrica de azúcar de Cuba, dónde está tu cine-teatro'; dónde está la casa del superintendente de la United Fruit Company, que también fue Secundaria Básica donde estudiaron tus hijos; dónde está tu lavandería, tua muros que contenían las bravas aguas de la Bahía de Nipe; dónde están tus Iglesias, donde el pueblo, tus niños iban en busca de la Fe y Paz; Dónde Preston, están TODAS las cosas perdidas...
                Viendo y oyendo a personas que son amigas, a las que uno aprecia, preguntarse, qué podemos hacer, sino podemos cambiar Nada! Qué podemos hacer, si no nos dejan expresarnos, si no tenemos derecho a decir que deseamos que todo cambie?!!! Ellas están ahí, en la pantalla, flacos, maltrechos, pero todavía se atreven a decir VERDADES!
              Sin duda alguna, este filme es un magnífico testimonio de que la Memoria todavía late en muchas personas de Preston, porque  cuentan sus dificultades, sus frustraciones, sus desilusiones, pero también sus "trucos" para aunque sea darle una "mordidita" a algunos espacios de libertad. Pero también esta película es un hermoso tributo a su madre por parte del director Eduardo Lamora. Ojalá vengan otros testimonios sobre un pueblo, Preston, que merece que su Memoria NO SE PIERDA! Porque en Preston y en Cuba, se buscan continuamente "vías" para hacer más llevadero, y útil, El Arte de la espera!