jueves, 23 de marzo de 2017

Personajes Inolvidables de Preston XII. Pedro Merencio: El Rey de las fritas de Preston y otros recuerdos...

                            
                             En Preston todo era alegría cuando había zafra, pues más del 90% de los hombres trabajaban en la Fábrica de azúcar, conocida como "Central Azucarero", pero cuando llegaba el "Tiempo Muerto", las cosas cambiaban drásticamente para los que no tenían trabajo fijo todo el año, porque tenían que "inventar" para buscar el dinero para vivir hasta la próxima zafra.
                        Los chinos sembraban maní en su pequeño pedazo de tierra, frente la casona donde vivían detrás del Central, y lo vendían "garapiñado" ( con azúcar ) y con sal en cucuruchos de papel de estraza que guardaban en latas grandes para mantenerlos calientes. Si mal no recuerdo valían un medio y eran bien grandes, con mucho maní. Los chinos que vivían a la entrada del pueblo, sembraban hortalizas todo el año, que vendían por las calles de Preston a muy bajos precios, pero como todo era tan barato, les daba para vivir decorosamente.
                      Otros hombres que trabajaban en el Central, pasaban todo el "Tiempo Muerto" pescando, como Manuel El Isleño", Dominguillo y sus hermanos Pipe y Carmelo. Este último recuerdo que era el que traía pescado a mi casa, los jueves y viernes: El jueves, "serrucho" de tres o cuatro libras, que era el pescado que le gustaba a mi padre QEPD,  y el viernes, una buena ensarta de "curvinos" pequeños, que era lo que le gustaba a mi madre QEPD, para hacerlos bien fritos y empanizados. Había tantos peces de todas las especies en aquella época en la Bahía de Nipe, que los compradores los encargaban por especie y tamaño! Y estos excelentes pescadores sabían dónde ir a buscarlos y NUNCA fallaban...Recuerdo perfectamente verlos por las calles de Preston con el "remo" cargado de ensartas pregonando su preciosa mercancía, que generalmente vendían. Imagínense que mi madre pagaba 15 centavos! por la ensarta llena de curvinos, y veinte por una lata de chorizos "El Miño" como medida, llena de camarones ( más o menos 3 libras ).
                     Había un señor que se llamaba Pedro Merencio que era muy luchador, se buscaba la vida vendiendo "pirulíes", "chupicambias" y fritas. Amigos míos a pesar del tiempo que ha pasado ( más de 50 años ) yo aún guardo en mi memoria el sabor y el olor de aquellas fritas....
                   Pedro tenía un carrito de dos ruedas, parecido al de "Mongo", que tenía una especie de "parrilla", donde freía las fritas, que guardaba en la parte derecha en una bandeja cubierta por una servilleta muy blanca. Y al lado, ponía otra bandeja con la ensalada y detrás la botellita de Kepchut, todo escrupulosamente limpio. Las fritas las freía al pedido, y las ponía en un pan de bocadito, con una hojita de lechuga y una rueda de tomate...Eran exquisitas!! Cómo las hacía? No sé, y seguro que la receta se perdió en el tiempo, pero eran las mejores fritas que he comido en mi vida! Aquí en Miami, hay una "fritería" que se autotitula, "El rey de las fritas", y no son malas, pero con todo respeto, no son mejores que las que hacía el señor Pedro...ni tampoco de las que hacía mi madre, que era una magnífica cocinera, pero con su humildad característica decía que las de Pedro eran mejores que las que ella preparaba. Yo a estas alturas de mi vida, declaro un empate.
                 Sobre las 6 de la tarde, ya Pedro y su carrito estaban frente al tráfico, y comenzaban a llegar los compradores. Generalmente, mi madre me mandaba los viernes y sábado, y a veces iba con Pepe Gil, QEPD. En ocasiones había má de 8 personas esperando que les frieran las fritas, pues como ya he dicho, Pedro las hacía "al pedido". Amigos míos, qué olor tenían esas fritas! Cómo daba deseo de comerse unas cuantas! A esa misma hora, más o menos, ya los chinos comenzaban su pregón: "Maní, maní tota'o!", "caliéntico!", que llamaba a los vecinos a comprar otra de las delícias de aquella paradójica época, porque realmente el maní que vendían los chinos era excelente. Los chinos hacían un gran venta frente al cine, pues los que acudían a la función, generalmente compraban maní, para luego, al salir, comprar helado y otras "chucherías" en el Siglo XX de Servando Conde.
                Por la mañana Pedro vendía los "pirulíes", que ensartaba en un palo, y que costaban un centavo. Eran muy buenos también. Luego se hizo de una gran carretilla, y comenzó a vender "rallao", esa delícia fría con sabor a menta, fresa, cola, naranja...Y con ese negocio informal, tan variado, sacó adelante a su familia.
               Qué tiempos eran aquellos! Los mejores porque fueron los de mi infancia, junto a mis queridos padres y mi hermano, con vecinos muy buenos, y que forman parte de un pasado que siempre recuerdo con cariño y emoción.






Nota: No he encontrado en internet una foto de un "carro de fritas" ni antes, ni después del 'desastre" del '59, ni tampoco de un carro semejante al que usaba el chino "José" para vender sus vegetales...y cómo había en Cuba antes del '59! Tanto en Preston, como en santiago de Cuba.

1 comentario:

  1. Preston era un pueblo que aparte de los ruidos del Central en Zafra, era bastante silencioso, el cual era roto por los pregones de los vendedores...

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